tag:blogger.com,1999:blog-24660690878415887082024-03-13T11:42:42.370-03:00puntos de encuentroUn espacio para compartir experiencias, pensamientos, disposiciones que la realidad y la vida interpelan a asumir como formas de ser y existir. Espacio que quiere ser de encuentro para la amistad y el descubrimiento de lo mismo en lo diferente.itinerantehttp://www.blogger.com/profile/04875488509033901497noreply@blogger.comBlogger19125tag:blogger.com,1999:blog-2466069087841588708.post-18894764449871647852013-04-12T22:58:00.001-03:002013-04-12T22:58:23.555-03:00<b>La razón más allá de sí misma</b><br />
<b><br /></b>
Cuando la razón no es alimentada o ejercitada en su función sapiencial de inteligir o leer en lo profundo de lo real los significados de la existencia, es decir cuando ya no se aventura por los confines del lenguaje y del pensamiento hasta elevarse más allá de sí misma al ámbito del sentido, el hombre vive casi instintivamente dominado y sumergido bajo la capa densa de las configuraciones fantasmales de la sociedad (Mercado, Estado y Medios de Comunicación e Información) que lo anulan en lo más esencial de su ser. Aquí, sofocado por tantas solicitaciones - sobre todo de tipo económico - ya no es capaz de descubrir al hombre interior que anida dentro de él, pues está como anestesiado en su corazón y en su conciencia. Arrastrado por las vertiginosas corrientes de las circunstancias de la vida cotidiana y de la vida agitada de la sociedad actual ya no tiene espacio ni tiempo para aventurarse en la búsqueda de los significados y contenidos de la existencia. Afincado en el cultivo de la apariencia, en el drama de la supervivencia económica (la angustia por la consecución de un puesto laboral, los costos de vida y las aspiraciones a más que esto conlleva, los requirimientos de servicios, la angustia por conseguir y hacer rendir la economía para cubrir los gastos del mes, que configuran y reducen la trama de la existencia de la mayoría sobre todo en los países en vías de desarrollo), afirmado sólo al ras de la piel, en la mera materialidad, en la superficialidad el hombre ha perdido su capacidad de adentrarse en los niveles más profundos de lo real, de inteligir los significados de la existencia y los puntos de referencia o coordenadas existenciales (los valores, las evidencias originarias del corazón, las exigencias primigenias de justicia, de libertad, de belleza, de verdad y de bien), entonces los únicos polos en los cuales transcurre su existencia lo constituyen la consecución del bienestar material, el cuidado y el goce de la vida física, el cultivo de la imagen. La llamada "calidad de vida" - a la que los países en vía de desarrollo aspiran como fin último y que los países desarrollados presentan como logro y conquista - se interpreta principal o exclusivamente como eficiencia económica, consumismo desordenado, belleza y goce de la vida física, olvidando las dimensiones más profundas de la existencia - relacionales, espirituales y religiosas -. De modo que disuelto en ese afán alienante de la sociedad impersonal, sumergido en la obtusidad de la vida social ya no es capaz de percibir cuál es el camino verdadero y en especial la voz de la vida misma queda acallada: "y todo conspira para acallar de nosotros, un poco como se calla una verguenza, quizá un poco como se calla una esperanza inefable" (R.M.Rilke). Aquí la conciencia como el espacio propio del encuentro del yo con la voz de la vida y la verdad y como el lugar de la realidad donde se afirma el significado de todo debe ser recuperado y cultivado como trascendencia del fenómeno en camino hacia el Fundamento. itinerantehttp://www.blogger.com/profile/04875488509033901497noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2466069087841588708.post-6864802322205405372012-01-26T15:59:00.003-02:002012-01-26T16:51:06.775-02:00La concurrencia de libertadesNo somos libres de modo absoluto. Las circunstancias externas y ajenas a nuestra voluntad nos imponen límites y condicionamientos a nuestra libertad: Quien dice que es libre absolutamente y dice que hace lo que quiere debe decírselo a sí mismo cuando está esperando el tren y está atrasado para llegar a un encuentro; entonces verá que el tren no obedece a su deseo, sino que se verá obligado o a desesperarse o a tener paciencia.<br /><br />El factor imprevisible: La imprevisibilidad de las circunstancias externas que nos acontecen, la inexorabilidad de la realidad ante la cual nos vemos obligados a optar y decidir no depende en absoluto de nosotros y es frente a estas realidades que soy libre no creando la realidad, sino asumiendo una postura frente a ella. Frente a mi constitución nervioso parasimpático (el sitema de mis actos reflejos involuntarios), frente al reino de la oscuridad de mi organismo biológico: por fuera me puedo ver bien por dentro sólo Dios sabe, que con su dinamismo inexorable y autónomo se me impone no soy libre, es decir esta realidad es independiente de mí. En la concurrencia de las libertades en el escenario social, en donde cada sujeto con sus propias decisiones y actuaciones me interpela desde mi libertad, no soy absolutamente libre.<br /><br />Caso: Tengo clases a las 8:00 y salgo de mi casa a las 6:30. Me tomo 1:30 en llegar hasta mi clase. En el trayecto la segunda línea de tren que tomo se descompone en la segunda estación (son 5 estaciones hasta mi clase) así que tengo que esperar por el siguiente tren que demora en pasar unos 15 minutos. Éste a su vez (el tren) va lento, demorando por cada estación más de 5 minutos que lo normal, de tal modo que llego a mi clase más de 30 minutos atrasado. Intento explicárselo a mi alumno lo sucedido, pero él, como hombre de negocio para quien el tiempo es dinero, no es suficiente y no le sirve, entonces llama a mi jefe para darle quejas de mi atraso y que si se repite solicita cambio de profesor. Al día siguiente salgo 30 minutos antes de la 1:30 que me tomo para llegar a mi clase, para asi tener una media hora de tolerancia a cualquier imprevisto que se me presente por el camino.<br />Conclusión: Primero, la realidad se impone a nuestra libertad, no construimos y creamos la realidad ni la verdad de las cosas, frente a ellas sólo nos toca asumir posturas, actitudes, y he aquí la esencia y el espacio propio de nuestra libertad. Somos libres sólo para responder y relacionarnos con la realidad y aquí la explicación de las múltiples y variadas formas de existir.<br />Segundo, soy libre para asumir un compromiso, tener una responsabilidad, un deber (en este caso un trabajo). Una vez asumido el compromiso me veo obligado a cumplirlo, esto está implícito en mi compromiso, es decir me veo obligado en mi responsabilidad: mis decisiones libres tienen consecuencias de las que soy responsable. Asumir un compromiso, tomar una decisión por un lado limita o circunscribe mi libertad desde el punto de vista de la pretensión humana de totalidad, por otro lado nos identifica con algo, al decidir por algo nos identificamos, nos configuramos, nos autodeterminamos. Somos una sucesión de decisiones que nunca parte de cero, puesto que nuestras decisiones futuras son condicionadas por las presentes y anteriores. No somos libertad pura, ni nuestra libertad parte de un punto cero. <br />Tercero, a cada decisión que tomamos siempre le sigue una imprevisibilidad, un factor imprevisible, no siempre resulta lo que esperamos: yo quería algo, pero después hay otros factores que se imponen y la realidad me sorprende con otras cosas: planeaba con ir de viaje en mis vacaciones, pero un percance de última hora hizo que postergara mi viaje. Aquí el dicho: el hombre propone y Dios dispone. Pero es ante esta imprevisibilidad que nuevamente me veo obligado a tomar una actitud, una postura o negativa o positiva, así que de nuevo nos vemos en el primer punto, en el comienzo del camino de la libertad.itinerantehttp://www.blogger.com/profile/04875488509033901497noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2466069087841588708.post-58151630530227929122010-01-23T23:59:00.005-02:002010-01-24T01:05:46.017-02:00El dominio del "ego" como camino hacia el bienLo bueno, lo noble, lo verdadero y el ideal de las cosas (el cómo deben-ser las cosas) <span style="font-style: italic;">existen</span> independientemente de nuestros actos, de nuestros errores o de que creamos o no en ellos. Si nosotros erramos no por eso es que no existan o dejen de existir el ideal, lo bueno y lo verdadero. Para recorrer el camino del bien y de la verdad hace falta de cierta dosis de fatiga, una cuota de ascesis, precisamos de esfuerzo y sacrificio para vivir la "vida buena" - vida que no está exenta de dificultades y que la mayoría de las veces exige gotas de sudor existenciales, cargar la propia cruz - precisamos del dominio de la razón sobre nuestras insitintividad, sobre nuestra animalidad, sobre nuestro ego (principio egocéntrico, fuente de nuestros males); dominio de nuestra dimensión propiamente personal, de nuestra conciencia personal (nuestra racionalidad) sobre nuestra impulsividad, nuestra dimensión irracional, inconciente.<br />Este dominio es una empresa ardua, un trabajo muchas veces cansativo e incomprensible, pero siempre gratificante. En ciertas ocasiones este trabajo es demasiado para la sola fuerza humana por lo que se precisa de una ayuda superior.<br />El dominio de nosotros mismos, el autocontrol de nuestro propio yo es la condición de la auténtica libertad y presupuesto de nuestra verdad que hace posible el sentido de nuestras vidas que es relacional y oblativa. Sin embargo, muchas veces la gran mayoría de nosotros no tenemos este dominio regio de nuestra razón sobre nuestros instintos, sobre lo irracional en nosotros. Y entonces es la vida la que se encarga de señalarnos el camino, de corregirnos y "purificarnos" o enmendarnos con los látigos y golpes de la vida, desde nuestros propios errores y a través de nuestros sufrimientos - que cobran sentido cuando tomamos conciencia o despertamos de nuestra situación existencial y procuramos "la vida buena" -. Los golpes de la vida, los sufrimientos (provocados, suscitados las más de las veces por nuestros errores y limitaciones) tienen la misión (su razón de ser) de doblegarnos de nuestros egoísmos y re-orientar nuestras miradas hacia "la vida buena" (todo al final siempre apunta al bien).<br />Esfuerzo (ascesis asumida libremente) y sufrimiento (originado por nuestros egoísmos): dos caminos existenciales de llegar a la "vida buena", al camino del bien y de la verdad. La ascesis, el esfuerzo representado por la imagen de la cruz, es el camino conciente y asumido libremente (activo) hacia la vida buena. El sufrimiento, el dolor representado por los golpes de la vida y por nuestros egoísmos, es el camino más largo, extrínseco (pasivo) que la vida nos impone obligándonos a reaccionar a despertar de nuestras cerrazones.<br />En realidad los dos caminos: al asumido conciente y libremente y el "impuesto" abruptamente por la vida como consecuencia de nuestros errores son caminos de cruz, sacrificio y dolor. Sin embrago, existe una diferencia sustancial y psicológica inteligible entre la actitud del hombre integrado que recorre el camino de la ascesis (y por esto dueño de sí mismo) y la actitud del hombre instintivo que padece las consecuencias de sus errores (infelicidad y angustia). Esta consiste en que en el primero (el asceta maduro) el sacrificio no es masoquista autolimitación y el elemento principal no es la tristeza ni el lamento, sino todo lo contrario es una libre aceptación y por esto un "regio"(racional) autocontrol y una alegre donación, la alegría existencial es lo carcterístico de este hombre. En el segundo (el instintivo irracional) el sufrimiento, la angustia y la infelicidad es lo característico.<br />Nuestra existencia toda - el arco total que abarca toda nuestra vida - es una existencia configurada y pincelada, mejor dicho posee una dimensión pedagógica. En un primer momento cuando irrumpimos en el mundo y durante el tiempo de casa y formación recibimos o debemos recibir las herramientas para el dominio de nuestro ego, para nuestro autodominio. Pero al final siempre es una decisión de nuestras conciencias, de nuestra libertad seguir el camino del bien y de la verdad, de la "vida buena".itinerantehttp://www.blogger.com/profile/04875488509033901497noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2466069087841588708.post-26764054174635663082010-01-08T15:26:00.007-02:002012-01-26T17:03:17.795-02:00Feliz 2011 a todos!!!Al saludar a todos mis amigos por este año nuevo les deseé a todos dos cosas: oportunidades en sus vidas y sobre todo buenas decisiones... en efecto pienso que la vida se basa en esos dos factores: las circunstancias que nos tocan, que es el factor que no depende de nosotros (que es un poco la dictadura de la realidad y que están ahi sin haberlas elegido), y las decisiones, el ser humano que decide y toma actitudes ante esas circunstancias de la vida (que es la parte razonable y libre de nuestras vidas). Y aqui está la verdadera importancia de la vida de todos y cada uno... las decisiones que tomamos, son las que en el fondo le dan contenido a nuestras vidas... y esto es lo que deseo para ti en este 2010.. buenas decisiones ... si miramos bien en el fondo nuestras vidas no dependen tanto de las circunstancias y situaciones que nos tocan vivir.. ellas están ahi, son inapelables e inexorables, no las elegimos, pero lo que si podemos elegir y mudar son nuestras actitudes y nuestras respuestas a ellas, de las respuestas que demos a ellas dependen la configuración y el sentido que vayan a tener nuestras existencias. Nuestras decisiones, buenas decisiones nos harán más libres y nos harán llevar con inteligencia nuestro destino en medio de las circuntancias que nos tocan vivir y hacer que sirvan a nuestros objetivos.<br />Opotunidades y buenas decisiones en este 2010 para todos mis amigos!!itinerantehttp://www.blogger.com/profile/04875488509033901497noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-2466069087841588708.post-91478720605900879982009-10-01T13:45:00.001-03:002009-10-01T13:46:58.799-03:00El deseo y lo deseado, la espera y lo esperado<p style="margin: 0cm 29.2pt 0.0001pt 27pt;" class="MsoNormal"><span style="font-size: 10pt; font-family: "Bookman Old Style";">El momento previo o el antes<span style=""> </span>a la consecución de algo, la preparación, el momento de espera, de expectativa se suele vivir con más intensidad y es más extensivo o requiere mayor tiempo de dedicación, empeña la mayor atención y cuidado que el mismo momento de la consecución, que el momento de lo procurado, de la obtención de lo esperado: El destello fulgurante de lo buscado, de lo esperado, la expectativa que suscitaba lo deseado, la “promesa” de plenitud que cargaba esa expectativa, esa espera en el mismo momento de su “paroxismo” o euforia, de su obtención, de su vivencia actual se descubre, efímero, revela su caducidad: Lo gustado ya está gastado. <o:p></o:p></span></p><br /><p style="margin: 0cm 29.2pt 0.0001pt 27pt;" class="MsoNormal"><span style="font-size: 10pt; font-family: "Bookman Old Style";">La “espera” – el momento de la expectativa – invierte las fuerzas del espíritu, empeña la atención de todo el hombre, direcciona toda sus intereses, lo “esperado” – el momento de lo conseguido – hace gustar un cierto destello de lo que prometía, pero no es lo que prometía: Prometía más – mucho más – de lo que podía dar. En este sentido la espera es mayor que lo esperado, la expectativa es más grande que la euforia. <o:p></o:p></span></p><br /><p style="margin: 0cm 29.2pt 0.0001pt 27pt;" class="MsoNormal"><span style="font-size: 10pt; font-family: "Bookman Old Style";">En todo esto el hombre sabe y experimenta una y otra vez que su espera, su deseo siempre es más grande que lo que quiere, que lo que puede y que lo que consigue. Siempre quiere más de lo que puede experimentar, por eso su deseo está siempre insatisfecho y por eso siempre está pronto a emprender nuevas búsquedas, nuevos cometidos: Su recorrido constante, su trama continua es ir de espera en espera (una vez conseguido lo esperado), es ir de expectativa en expectativa para aplacar la urgencia del deseo – aunque se sepa que jamás se dará plena y total satisfacción a su deseo ya que después se experimenta la incongruencia entre éste y lo conseguido – , distraer o darle al menos un pequeño gusto, “hacerle gustar” (=anhelar) su plentitud en “pequeños momentos de gran felicidad” – y de esto se vale gran parte de la economía actual: se ofrecen al hombre y mujer hodiernos “pequeños momentos de gran felicidad”, se les venden “el paraíso”, se les ofrecen productos mágicos que hacen tocar el cielo – . Aquí queda implícita la conciencia o mejor queda explícita la evidencia de que no existe – al menos en este mundo – la total correspondencia entre la espera y lo esperado, la congruencia total entre el deseo y lo deseado, la total satisfacción del deseo: Por el contrario, se experimenta una desproporción estructural entre el deseo y lo deseado, se experimenta mayor la espera que lo esperado, se descubre la triste realidad que el mundo no corresponde al deseo del hombre.<o:p></o:p></span></p><br /><p style="margin: 0cm 29.2pt 0.0001pt 27pt;" class="MsoNormal"><span style="font-size: 10pt; font-family: "Bookman Old Style";">La falta de correspondencia total, la incongruencia estructural entre el antes y el después de la promesa y lo prometido, de la espera y lo esperado, de la expectativa y la euforia suscita o hace surgir en el hombre la conciencia del absurdo existencial, de la contradicción pura y dura. <o:p></o:p></span></p><br /><p style="margin: 0cm 29.2pt 0.0001pt 27pt;" class="MsoNormal"><span style="font-size: 10pt; font-family: "Bookman Old Style";">Lo característico del concierto del grupo/banda de música o cantante favorito, del encuentro o la gran cita con la persona amada, del fin de semana esperado para salir con los amigos de farra, de la obtención del campeonato del equipo de futbol del que se es hincha, de la compra de un objeto que se deseaba desde hacía tiempo, de la culminación de un trabajo o proyecto en el que se empeñó harta energía y dedicación, del viaje a ese lugar soñado de vacaciones, de la expectativa por encontrarse con aquella persona que se conoció por internet, etc., etc., lo característico de todas estas experiencias de euforia, el denominador común de todos estos momentos de cumplimiento y consecución es que llevan siempre la marca de su caducidad, la huella de su “efimeridad”, la impronta de su finitud, se revelan limitados precisamente en el momento en que se les está experimentando, a la vez que hacen saltar el corazón por la promesa que cargan – ofrecen más de lo que pueden dar – llevan su fecha de vencimiento y se extingen en el mismo momento de su paroxismo, de su euforia: una vez gustados ya quedan gastados. <o:p></o:p></span></p><br /><p style="margin: 0cm 29.2pt 0.0001pt 27pt;" class="MsoNormal"><span style="font-size: 10pt; font-family: "Bookman Old Style";">La intensidad que se experimenta en los precisos momentos en que se vive esas consecuciones resulta menor en duración, tiempo, es decir extensivamente que la espera y la preparación, además de ser menor también en correspondencia estructural, es decir incongruente con lo previo, con lo que se esperaba; así la expectativa o la espera resulta mayor que la euforia en intensidad temporal (finita) y en correspondencia ontológica (infinita) ya que implícita e inconscientemente todo deseo y toda espera lleva inscrita en su misma esencia el anhelo de eternidad: lo que se desea se quiere que sea eterno. <span style=""> </span><span style=""> </span><span style=""> </span><span style=""> </span><span style=""> </span><span style=""> </span><span style=""> </span><o:p></o:p></span></p><br /><p style="margin: 0cm 29.2pt 0.0001pt 27pt;" class="MsoNormal"><span style="font-size: 10pt; font-family: "Bookman Old Style";">Cuando desaparece el momento de euforia, del paroxismo que suscitó el encuentro con lo esperado, con lo deseado, cuando “todo vuelve a la normalidad”, a la cotidianidad, cuando aquél efímero deleite termina el deseo, la espera vuelven a verse insatisfechos y entonces el hombre va en procura de nuevos momentos de satisfacciones (momentos de gran felicidad), el hombre vuelve a desear y esperar uma vez más como si estuviera condenado a vivir en continua insatisfacción y frustración, como si no pudiera deshacerse de ese deseo y así verse obligado a cargarlo por toda la vida; entonces al no poder anularlo del todo, al no poder exitirparlo de su corazón el hombre de hoy se sirve de él, de la energía que comporta su deseo para sus intereses más bajos, es decir cosifica su deseo y<span style=""> </span>lo reduce a sus intereses<span style=""> </span>- lo menor en él se sirve de lo mejor – cayendo así en un circulo vicioso: desea lo que no puede y pretende colmar o aplacar lo imposible, lo mayor con los deseos más bajos, con lo menor, exacerbando de este modo aún más su deseo de algo mayor y ahora más urgente que lo satisfaga, mas viéndose siempre en la imposibilidad de responderlo o corresponderlo.<o:p></o:p></span><span style="font-size: 10pt; font-family: "Bookman Old Style";"> Sin embargo, si lo que el hombre desea es mayor que lo que él puede y consigue, entonces él no es el autor de ese deseo y de esa espera puestos en él; no puede ser autor de algo mayor que él mismo. Ese deseo y esa espera se evidencian infinitos, de naturaleza in-temporal e in-espacial: todo deseo quiere eternidad. El dinamismo intrínseco de la expectativa, de la espera y del deseo reclaman ser duraderos porque se sabe o se supone que lo deseado es un bien mayor que se quiere aprehender y en el que se pretende encontrar la satisfacción total. Lo que el hombre desea es algo que considera un bien grande capaz de proporcionarle uma satisfacción total, hacerle casi tocar el cielo. Aquí de evidencia una relación intrínseca entre el deseo y el bien sumo que sería la ecuación de la felicidad, que en último termino es a lo que aspira todo corazón humano.<span style=""> </span></span></p>itinerantehttp://www.blogger.com/profile/04875488509033901497noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2466069087841588708.post-21951519037021622812009-08-30T07:54:00.000-03:002009-08-30T08:07:56.454-03:00viajar como descubrimiento de lo diferenteS<span class="text_exposed_hide">í ...</span><span class="text_exposed_show"> definitavemente viajar ensancha el horizonte, abre mundos y amplía la comprensión de la realidad. Por eso amo viajar y conocer mundos, descubrir formas de relacionarme con lo real y los códigos que expresan esa relación, me fascina conocer gente de diversas culturas y lenguas, conocer lugares parecidos y distintos. Creo también que la rutina y el sedentarismo - el afincamiento en un sólo lugar - atrapa la mente, las personas que no salen de su círculo tienden a ser prejuiciosas, no todos pero es una tendencia. Conocer lo diferente es descubrir que lo propio no es la medida de lo demás. Los prejuicios y las sospechas mutuas que existen entre pueblos se descubren infundadas cuando se sale de la propia frontera y se adentra en ese mundo desconocido, pero prejuzgado. Basta viajar y ver que los mismos males y las mismas virtudes pertencen a todos los pueblos. Viajar es cultura porque rompe los muros de los prejuicios y ensancha el horizonte de la razón, además de relativizar el propio punto de vista (es uno más).<br /></span>La apertura a lo otro y diferente (el ponerse en los zapatos del otro, en el contexto de lo diferente) sin contenidos previos, cargados y asumidos como instancias referenciales (medida-patrón que casi siempre es una percepción o sensación propia: "me parece", "yo creo", "me da la impresión" - los prejuicios -) constituye ciertamente el punto de partida para conocer y comprender aquello que se mira sin teñirle del color del propio prisma con el que se le ve.itinerantehttp://www.blogger.com/profile/04875488509033901497noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2466069087841588708.post-90074076772012550782009-04-08T14:41:00.000-03:002009-04-08T14:42:50.659-03:00Sin SaberSin saber que había otro en tu vida<br />puse mis ojos en ti sin saber<br />sin saber fueron pasando los días<br />y te hice dueña mia sin saber, sin saber<br />sin saber que no podias amarme<br />sólo me puse a soñar sin saber<br />sin saber eran felices mis sueños<br />porque me hice tu dueño sin saber, sin saber<br />sin saber todo ocurrió sin saber<br />y mientras yo te queria tú le querias a él<br />y ahora que hago yo<br />y ahora que voy hacer<br />si tú estas enamorada y yo estoy sin tu querer<br />todo fue un sueño, me hice tu dueño<br />todo ocurrió sin saber<br />pero qué cosas tiene la vida<br />yo enamorado de ti, tú enamorada de él<br />sin yo saberlo me hice tan tuyo y hoy estoy sin tu querer<br />nada costaba soñar tan sólo te quise amar y ahora que voy hacer<br />sin saber puse mis ojos en ti fueron pasando los días y de ti me enamoré<br />y ahora que voy hacer y ahora que hago yo<br />he despertado de un sueño bonito que en pesadilla termino<br /><br />(Jhonny & Ray)itinerantehttp://www.blogger.com/profile/04875488509033901497noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2466069087841588708.post-92160096043730591752009-04-02T00:56:00.000-03:002009-04-02T01:56:41.120-03:00La fuga de SíHace más de 400 años Pascal describió lo que era el ambiente de su tiempo y una de las categorías que definían entonces las existencias de los hombres de ese tiempo era la "di-versión" - dirigir la mirada hacia algo -. Indicando con ello la inmersión en el que el hombre se enfrascaba para no enfrentarse con su vacío interior ni con el problema inquietante de su existencia. Desde semejante perspectiva, también el quehacer profesional, la política, los negocios, los agotadores periplos por internet, todo lo que hacemos, pueden vivirse como "di-versión".<br /><br />"Por eso - escribió Pascal - el juego y la conversación de las mujeres, la guerra, los grandes empleos, están tan solicitados. No porque ahí se encuentre la felicidad, ni porque uno se imagine que la verdadera dicha sea (...) correr tras una liebre que, si nos la ofrecieran en el mercado, la rechazaríamos. No es este uso suave y apacible y que nos deja pensar en nuestra condición lo que se busca, (...) sino el ajetreo que nos impide reflexionar y nos di-vierte. Razón por la que se ama más la caza que la presa. De ahí viene que los hombres aprecien tanto el ruido y el alboroto; de ahí que la prisión sea un suplicio tan horrible; de ahí que el placer de la soledad resulte incomprensible (...). Eso es todo lo que los hombres han podido inventar para ser felices".<br /><br />Un gigantesco y trágico juego para entretenerse ilusoriamente día tras día y no mirar hacia dentro. Un grandioso y complicado pasatiempo con un precio muy alto: la fuga de sí mismos. Y advierte Pascal: " La única cosa que nos consuela en nuestras miserias es la diversión, que sin embargo, es la mayor de nuestras miserias. Porque nos impide principalmente pensar en nosotros mismos".<br /><br />Hoy como en la época de Pascal muchos temen por encima de todo el momento en que alrededor suyo se apaga el rumor ensordecedor que lo ha acunado durante la jornada, y se queda a solas con el silencio. Por eso, cuando sale de la empresa o de la oficina o del ambiente laboral, no busca sino algo que "hacer": se hunde en la algarabía de un bar superpoblado o de una discoteca, y un poco más tarde, al llegar a casa, se deja arrullar por el televisor, para acabar yéndose a dormir entre las melodías de la estación radial favorita. Mucha gente vuelve a casa tan agotada que sólo tienen un deseo: estirar las piernas y descansar ( lo que muchas veces significa ver la televisión ).<br /><br />Qué triste y empobrecida queda una vida en la que esclavizarse y descansar son los únicos polos de la existencia. Donde las relaciones con los demás queda excluida o reducida a mera función.<br /><br />Lo que en el tiempo de Pascal eran las diversiones - entendida como fuga de sí mismo - ahora lo son manifestaciones distintas, pero la actitud de fondo sigue siendo la misma: el frenético movimiento de la oficina o de las clases, bibliotecas y cafeterías masificadas en la universidad no son muy distintas del hormiguero de una playa o una piscina repletas de bañistas o de una plaza pública tomada por los jóvenes en las noches del fin de semana; el tráfico caótico de los días laborales no hace sino traslarse, en los festivos, a las autopistas que conducen a las playas y demás lugares de recreo. Y así todo lo demás. Siempre la misma ansia, idéntica prisa, igual tensión en relación con las personasy las cosas.<br /><br />Humanidad que se agita, se angustia, se exalta en una carrera hacia metas que, una vez alcanzadas, dejan insatisfechos y desilusionados, nuevamente inquietos, deseosos de lograr otros objetivos. como el cazador al que no le gusta la liebre y que, después de tanto esfuerzo por rastrearla y matarla, la tira sin disimulo para buscar otra distinta: la eterna sensación de insatisfacción. Una vez alcanzado lo procurado queda desgustado y se vuelve a sentir la necesidad de ir por otra cosa nueva y siempre así cíclicamente.itinerantehttp://www.blogger.com/profile/04875488509033901497noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2466069087841588708.post-4653035747734579352009-02-25T13:15:00.000-03:002009-02-25T13:29:16.958-03:00La admiración en las cosas cotidianasComo ha escrito Miguel Angel Martí en su ensayo titulado <strong>"La admiración"</strong> (Eunsa, 1997), todo hombre, por el mero hecho de serlo, se siente llamado a interpelarse y a interpelar la realidad que le rodea; y sin admiración, su vida se convierte en algo anodino, termina perdiendo sentido.<br />No es la vida quien enseña, lo que realmente enseña es la lectura que nosotros hagamos de ella. No es suficiente ver las cosas, es necesario mirarlas bien para descubrir ese algo de nuevo que siempre llevan consigo, y se necesita tener un alma joven y una sensibilidad bien cultivada para mantener el espíritu receptivo a esos guiños con que la realidad nos sorprende de continuo.<br />También es vital aprender a admirarnos de las personas. No se trata de confundir la admiración con la ingenuidad, ni de tener una visión bobalicona de la vida. Se trata de ver con buenos ojos a la gente. Si logramos fijarnos un poco más en los aspectos positivos de cada persona, tendremos oportunidad de admirarlos, y con ello, les haremos y nos haremos mucho bien.<br />¿Y qué obstáculos hemos de superar para admirar a una persona que conocemos? El primer obstáculo es <em>el acostumbramiento</em>, que incapacita —si uno no se resiste a él— para ver en la otra persona cualquier cosa que no sea lo ya sabido: se adivinan las contestaciones, se presupone determinada actitud, se dan por supuesto ciertos comportamientos, no se contempla la posibilidad de que el otro cambie y actúe de forma distinta a la prevista, no se da ninguna posibilidad de cambio. Otro obstáculo importante es <em>la tendencia a infravalorar a las personas</em>; o anteponer siempre sus hechos pasados a los presentes, y tener más en cuenta lo que era que lo que es; o fijarnos y recordar más los aspectos negativos que los positivos.<br /><em>La rutina</em> —sigo glosando a Miguel Angel Martí— es la gran arrasadora de nuestra vida. Sólo quien es joven de espíritu ganará la batalla al cansancio de la vida. El hombre ha de precaverse contra el desencanto, el acostumbramiento y la rutina, y en ese ejercicio se juega la ilusión por vivir. La vida en algunas ocasiones se nos manifiesta alegre y divertida, pero en otras muchas hemos de ser nosotros, con nuestros recursos interiores, quienes tenemos que dar un sentido positivo a lo que en un primer momento no lo tiene.<br /><em>Quien es capaz de iniciar cada día con una visión nueva, consigue hacer realidad el milagro de sorprenderse ante cosas que le son muy familiares, pero no por eso dejan de manifestarse como recién estrenadas</em>. Nuestra vida puede compararse a quien lee un pasaje de una novela en la que se describe una calle; el lector queda admirado por su belleza, pero al poco tiempo se da cuenta de que aquella calle, que tanto le ha gustado, es muy parecida a la suya, que hasta entonces le pasaba inadvertida.<br /><strong>Con demasiada facilidad se dan por supuestas las cosas, y tendría que ser al revés: no dejar nunca de preguntarse por nuestro mundo cotidiano. La vida debe estar atravesada por unos ojos que sepan descubrir en lo que ya es conocido una novedad ilusionadora.<br /></strong>Todas estas riqueza interiores no se improvisan, sino que su conquista se alcanza después de un largo trayecto lleno de dificultades, pero una vez conquistadas perfuman con su aroma toda la existencia humana.<br /><strong>La autoestima</strong>, tan olvidada por muchos y tan mal interpretada por otros, es otro aspecto importante para la admiración. Enorgullecerse no es el objetivo, claro está, de la autoestima. Pero ser agradecidos de la propia vida, eso sí.<em> El que agradece, disfruta con la realidad agradecida. Quien sonríe a la vida, la vida termina sonriéndole</em>. <strong>La felicidad no está en disfrutar de situaciones especiales, sino en la buena disposición de ánimo.</strong> Está en nuestro interior la clave de la felicidad. Esto es necesario repetirlo una y otra vez, porque obsesivamente tendemos a buscar la felicidad fuera de nosotros, y por muchos que sean los esfuerzos no la encontraremos, por el simple hecho de que no está ahí.itinerantehttp://www.blogger.com/profile/04875488509033901497noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-2466069087841588708.post-49726141443477651292008-11-06T02:40:00.000-02:002008-11-06T02:41:59.910-02:00La crisis financiera y el drama humano en EEUUEn Visalia, California, un agente del alguacil trató de entregar una notificación de desalojo a Melvin Nicks, de 50 años. Nicks apuñaló al agente y se refugió en la casa durante horas, antes de entregarse.En Michigan, David y Sharron Hetzel, ambos de 56 años, “perdieron su casa por ejecución hipotecaria y suspensión de pagos. Pero no completaron los procedimientos necesarios para declararse en bancarrota”. El 1 de agosto, según los informes policiales, David Hetzel envió una carta de disculpas a los miembros de su familia. Más tarde, mató a su mujer que dormía, golpeándola en la cabeza con un palo de golf y apuñalándola con un cuchillo de cocina. Después prendió fuego en toda la casa y se metió a la cama junto a su esposa donde se suicidó.El 12 de agosto, agentes del alguacil llegaron a la casa en New Jersey, de Beatrice Brennan, de 88 años, que la había refinanciado y se había atrasado en los pagos. Su hijo John, de 60 años, tomó una pistola de calibre para oponerse a los representantes de la ley. Fue arrestado por un equipo del SWAT. Sylvia Sieferman, de Roseville, Minnesota, estaba atormentada por dificultades financieras. Le preocupaban sus dos hijas de 11 años. El 21 de agosto, según informes policiales, Sieferman “acuchilló repetidamente a las niñas y a sí misma”. El 5 de setiembre “fueron arrestados cuatro manifestantes que trataban de impedir el desalojo de una mujer de Roxbury”. El 25 de setiembre, mientras los políticos en Washington discutían un rescate para las instituciones financieras, agentes de policía de Boston enfrentaron a unos 40 activistas de City Life frente a la casa de Ana Esquivel, empleada de una escuela privada, y de su esposo Raúl, obrero de la construcción, ambos de cincuenta y tantos años. El Globe informó que cuatro manifestantes fueron arrestados cuando los policías iban a empellones tratando de pasar para permitir que un cerrajero entrara a la casa a fin de proceder al desalojo. “Hemos sido destruidos por el banco”, dijo Ana. “El banco es demasiado grande para nosotros”. Dos días antes, agentes del alguacil de Los Angeles County llegaron a la casa de Joanne Carter (53) y de su esposo (67), para entregar una notificación de desalojo. Joanne no la aceptó y “dijo a los agentes que tenía armas de fuego en la casa y les mostró una escopeta”. Al día siguiente, la policía apareció en la casa y Carter les dijo que si trataban de entrar, la defendería mediante cualquier medio. Después de un enfrentamiento de horas de duración, los Carter se rindieron y fueron arrestados.Ese mismo día, en California, Cliff Kendall se mató con un rifle. Una semana antes, a Kendall le informaron que sería despedido. “Temía que perdiéramos nuestra casa, y la perderemos, porque no puedo permitirme el lujo de mantenerla”, dijo su mujer Patricia, discapacitada por una lesión en la espalda.Hay mucho más, pero no quiero fatigarlos. Espero que lo relatado en estas tres notas baste para reflexionar sobre los valores del engendro de sociedad creada por el capitalismo salvaje.itinerantehttp://www.blogger.com/profile/04875488509033901497noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2466069087841588708.post-80015333059169918882008-05-05T14:49:00.000-03:002008-05-05T15:29:35.209-03:00No más "allá", sino en dentro del "acá"La impresión que tenemos de la vida es que es fugaz y que todo parece ir inexorablemente hacia no se sabe dónde, pero a un ritmo que no deja tregua y que obedece a un dinamismo cósmico que como un mounstruo parece devorar el presente convirtiéndolo en el mismo acto en pasado. Da la sensación que todo fuera como una desesperada carrera en la que los puntos de referencia se evanescen y se corriese sobre un plano discontinuo y sin destino definido. La ausencia de significado se experimenta como desorientación y angustia, sensación de vacio. Pero en medio de estas circunstancias epocales y a través de las situaciones cotidianas se manifiesta el significado como interpelación que precisa realizar su destino. Es en medio y a través de las circunstancias y situaciones concretas que el sentido se descubre como razón de ese dinamismo que ahora encuentra su destino. No se precisa "salir" del curso de la historia para descubrir el significado, en las propias tareas diarias se encuentra la interpelación que llama a realizar el propio destino.itinerantehttp://www.blogger.com/profile/04875488509033901497noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2466069087841588708.post-85101084560540783822008-03-25T16:58:00.000-03:002008-03-25T17:05:26.492-03:00"Pequeños momentos de gran felicidad"Hoy por la mañana me desplazaba por una de las avenidas principales de la ciudad.... cuando en el trayecto advertí un panel publicitario que contenía la propaganda de una conocida marca de chocolates que tenía como slogan la siguiente frase: "pequeños momentos de gran felicidad"... el mensaje era claro, consumiendo ese producto se conseguía un momento de placer. Iba yo pensando precisamente en el tema de la felicidad, en qué consistía, si corresponde a una necesidad íntima del corazón humano o una ficción nuestra creada para hacer más suave la pesada carga del diario vivir, la fatigosa tarea de seguir viviendo, y me preguntaba después de haber leido esa frase si es que acaso sólo estamos hechos para "pequeños momentos" de felicidad, si es que acaso la felicidad se compra y se la consigue sólo por tajadas. Nuestro derecho a la felicidad se convertiría así en un producto de consumo. En el fondo de esta perspectiva hay una determinada visión antropológica de la felicidad considerada sólo desde el aspecto de los placeres y sensaciones agradables. Una posición asi tan chata hace al ser humano un ser pobre y minúsculo, que no reconoce su deseo de infinito y su apretura a lo absoluto.<br />Al ser humano la mera inmanencia le resulta estrecha, pues esta hecho de tal forma que su relación con la realidad nunca le resulta suficiente (el mundo nunca le basta, nunca le es suficiente), siempre apira a más, pre-siente más allá de toda experiencia a lo definitivo, lo que pueda dar cumplimiento definitivo a su deseo de felicidaditinerantehttp://www.blogger.com/profile/04875488509033901497noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2466069087841588708.post-80101936887584953102008-03-20T14:50:00.000-03:002008-03-20T15:57:33.604-03:00La vida de un hostelLa vida del hostel está marcada por el continuo salir y llegar de gente, que se renueva, que sólo está de tránsito en búsqueda de nuevas aprehensiones, de experiencias y realidades que hagan soportable la infatigable tarea de seguir viviendo. En un mundo como éste, el hostel como punto de encuentro de mundos e historias presonales, apenas puede tejer afectos duraderos. En este continuo ir y venir en el que los contactos son apenas posibles y por eso poco sostenibles, en este básico y solitario: "hola cómo estás?... soy tal y tú?..... mucho gusto..... de dónde eres?..", aquí es difícil aunque no imposible establecer afectos, hacer amigos, encontrar el amor. Historias verdaderas que descubren mundos lejanos, soledades y expectativas parecidas y distintas, en el que también puede surgir el amor. Las afinidades acercan personas, las decisiones y las razones del corazón establecen afectos (amistades y enamoramiento). Sí, también en este mundo del hostel, donde el dominio de lo efímero es cotidiano, donde la caducidad y con ello lo finito se hace evidente de manera importante y como algo esencial, en este ámbito puede surgir lo definitivo; lo definitivo que tendrá que renovarse día a día como algo cotidiano: lo definitivo en lo efímero. En este mundo del hostel basta sólo tres o cuatros días para conectar vidas y enredarlas para siempre. Una mirada, una sonrisa llevan al intercambio de básicas palabras, las que después despiertan el interés y surge la afinidad. Esta interacción primaria y original despierta después la sensación y la conciencia entre los recién conocidos de conocerse desde siempre sin antes haberse visto. Se podría decir aquí de una cierta "comunión de almas". Llegando a establecer relaciones más profundas que con aquellas personas con las que se convive o se conoce desde hace muchos años. Si la vida en el hostel es efímera y pasajera no por ello deja de ser verdad que la vida se construye a través de afectos y que éstos, a pesar de su naturaleza que exige perpetuidad, saben surgir también del mundo de lo pasajero, de lo efímero, y trascienden la barrera de la distancia y el tiempo. La vida del hostel por caprichosa e injusta que pueda parecer su atractivo intercambio y su aleatoria convocatoria (despertando el interés por seguir conociéndose las personas que se encuentran), contribuye a su modo al encuentro de mundos distantes y parecidos. Si todos y cada uno después siguen su rumbo propio el camino siguiente ya no se recorrerá del mismo modo, pues se descubrió algo de otro mundo que contribuye a ensanchar el propio horizonte.itinerantehttp://www.blogger.com/profile/04875488509033901497noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2466069087841588708.post-80755810602598718682008-01-25T18:41:00.000-02:002008-01-25T19:06:18.302-02:00MundosPor calles transitadas y abarrotadas de gente, en los metros y buses hacinados los unos encima de los otros transcurren presurosos al ritmo vertiginoso que impone el dominio de la supervivencia en un mundo hostil. De cuando en cuando nos engulle el metro, después por su boca estridente nos escupe al barullo de la vida. Por calles intrincadas pobladas de negocios caminamos presurosos, hombres al lado de hombres. Nuestras respiraciones se mezclan entre sí, nuestros pasos se confunden y pierden en el infinito derrotero humano. De los bolsillos se sacan tabacos, al oído se llevan audífonos para adormecer el viaje con canciones de moda, de la cartera o de la mochila se saca algún libro; empujándonos con los codos nos abrimos paso por encmina de los fantasmas apurados. La necesidad de llegar a algún destino exige intercambiar sólo avaras palabras. Y todos juntos en ese mar impersonal, siempre solos, somos aquello que se llama sociedad. Cada uno por su propia cuenta camina siguiendo su propio itinerario, sin conocerse los unos a los otros, caminamos sin advertir que no podríamos hacerlo sin los otros, tan necesarios como desconocidos. Detrás de cada rostro hay un mundo más infinito que el impersonal que formamos al rozarnos el uno al otro. Un mundo que tiene mucho que ver siempre con los otros mundos. Nadie es tan extraño que no se pueda saber nada de él, ni tan común que no guarde una identidad, aún oculta para el mismo individuo. Detrás de esos rostros con gesto adusto, detrás de esa mirada huidiza y apurada, detrás de esas mil formas de eludir y correr deprisa no para llegar sino para salir nuevamente, más allá de todas las imagenes y configuraciones que dibujan las ajetreadas jornadas de hombres y mujeres, allí oculto hay un mundo al que sólo pueden llegar los que descubrieron su propio mundo.itinerantehttp://www.blogger.com/profile/04875488509033901497noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2466069087841588708.post-25913313611867071802008-01-16T17:44:00.000-02:002008-01-16T17:53:30.140-02:00El mundo no bastaSiempre en camino sin encontrar destino descubro mundos, rostros y lugares ninguno capaz de afincarme para siempre como destino definitivo, siempre el recurrente: más allá, más allá, aquí no hay posada eterna para el itinerante sin lugar. Cada encuentro, cada gesto, cada acto, cada rostro siempre me remitem más allá sin punto final. O es que no encontré aún lo que busco o es que ya encontrado no me basta y busco más. La experiencia de cada cosa, persona y lugar descubren la profundidad de la búsqueda y nada resulta ser suficiente, nada parece serlo todo, no parece existir, en el horizonte, un puerto final. Y es que las buenas experiencias a veces parecen ser las definitivas y en un primer momento establecen moradas fijas al corazón, pero luego, una vez extinguido el brillo fulgurante de esa realidad, queda una vez más sólo el camino abierto para recorrer otros mundos para establecer moradas sólo pasajeras que atenuen la fatiga de esa oculta búsqueda desesperada.itinerantehttp://www.blogger.com/profile/04875488509033901497noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2466069087841588708.post-80419847984443428592008-01-16T13:52:00.000-02:002008-01-16T13:53:29.383-02:00La experiencia de un gran amor<div align="left">Cuando se experimenta un gran amor todo se vuelve un acontecimiento en su ámbito. Cuando se experimenta un gran amor todo recupera el encanto original y lo que parecia obvio ahora suscita estupor, lo que se creia saber ahora resulta novedoso. Cuando se experimenta un gran amor se goza más de la naturaleza, se goza más del espacio y del tiempo, la realidad se vuelve positiva y punto de encuentro con lo verdadero, con lo bello y lo bueno. Cuando se experimenta un gran amor la vida se vuelve viva, todo se hace con alegria, los obstaculos y difiultades, las pruebas y desencantos se vuelven en ocasion propicia de creciemiento, de madurez. En fin, cuando se experimenta un gran amor la vida encuentra su verdadero sentido y todo encuentra contenido positivo para un bien mayor.</div>itinerantehttp://www.blogger.com/profile/04875488509033901497noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2466069087841588708.post-78107736032703926922008-01-15T13:58:00.000-02:002008-01-15T14:01:27.103-02:00EncuentrosHay encuentros que se dan.... encuentros que dan color al propio itinerario... encuentros que cruzan historias desconocidas y parecidas ... encuentros que dejan el deseo que seguir recorriendo ... encuentros que pasan sin crear lazos a futuro... encuentros que a veces marcan y cambian destinos.... encuentros fugaces.... encuentros duraderos....... encuentros que se dan por necesidad........ encuentros que dispuestos por la casualidad o por algún misterioso destino trocan el camino que se venia sigueindo..... en fin, hay encuentros como formas de ser y sentir la experiencia de la vida. Las intensidades y las individuales formas de expresar y manifestar el sentir y los afectos se pueden agrupar - sin anular las peculariedades de cada universo personal - bajo un denominador común por regiones geográficas y por la conciencia con que se vive cada experiencia. Encuentros de mundos diversos, diferentes y distantes, que se cruzan sin buscarse, que se dan por la necesidad común de llegar y partir continuamente. Puntos de encuentro que juntan y cruzan vidas que cargan consigo su propia historia, su universo personal - que aflora casi siempre cuando el entorno está silcenciado y el anestésico barullo no distrae más y al cerrar los ojos aparece inexorable - y que descubren historias e itinerarios afines, busquedas y huidas comunes de este variopinto mosaico de formas e intensidades que es el mundo humano siempre informe y en continuo camino sin saber adonde ni porqué.itinerantehttp://www.blogger.com/profile/04875488509033901497noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2466069087841588708.post-27079793165912669062008-01-15T02:13:00.000-02:002008-01-15T02:15:36.849-02:00ParadojasMe sucede siempre que cuando deseo, espero, preparo o quiero conseguir "algo", una vez conseguido o disfrutado o logrado ese mismo "algo" y pasada la euforia de aquel momento,, la mirada ya distante, se vuelve atras y ve que había más intensidad en el momento previo a lo que se esperaba,,, resulta que la espera es más intensa que lo esperado,, como que aquello que se esperaba o buscaba no resulta congruente con la expectativa del corazón,,, : "Será un día que nunca olvidaré,, pero lastima que todo ha sido tan rápido, he disfrutado mucho ,, pero ojalá nunca hubiera acabado,,,fue maravilloso, pero terminó,,," es la sensación que tuve después de conseguir un campeonato de futbol.<br />La expectativa de ir a ver a mi grupo de música o cantante favorito,, el momento previo de conocer a aquella persona con la que nunca se tuvo contacto directo, sino tan solo por correo,,,la espera de que llegue el fin de semana para salir a tomar unos tragos con los amigos,, la expectativa de ir a ver el partido de futbol del equipo favorito,, el preparativo del viaje soñado,,,la preparación de algún trabajo en el que uno se empeña para verla terminada (como el terminar de pintar un cuadro,escribir un libro, lograr algún proyecto, etc),, todas estas experiencias, como momentos previos de espera y preparación resultan ser mayores en intensidad que lo propiamente esperado y buscado ya que estos llevan en sí el sello de la caducidad que los hacen incongruentes con la espera del corazón.<br />Caundo he alcanzado lo que espero y busco o preparo , ciertamente disfruto de ese momento,, pero todo queda allí,,, en ese momento,,, calmada las cosas todo vuelve a la normalidad y nuevamente el deseo y las expectativas quedan intactas,,, listas a ser dirigidas ahora hacia otro objeto,,, que al final resultará también con la misma dinámica,,,, cortas para mi deseo,,,,, en esta constante insatisfacción veo una de las causas de tanto consumismo en la sociedad.<br />He aquí la paradoja: Lo que el corazón espera y desea ,,,,,, muy en lo profundo,,,,, es mucho mayor que lo que logra alcanzar.. ya que estos son momentos efímeros y el deseo es infinito.<br />Lo que nos mantiene vivos es la espera , es el deseo más que lo alcanzado o lo que logramos.itinerantehttp://www.blogger.com/profile/04875488509033901497noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-2466069087841588708.post-78038877617125953532008-01-15T01:41:00.000-02:002008-01-15T01:45:54.984-02:00La tan humana contradicciónNo sé cómo ordenar mis ideas, no sé cómo decir mis pensamientos, no sé cómo expresarlas en palabras, no sé cómo ponerlas con sentido - si el desorden viene de adentro lo exterior es confuso -. Suele ser así,, que no hay cohesión en mi interior ,, por ello no encuentro la armonía en mi vida. Acuso de una aguda escisión interior que hace que mis ideas y palabras no sean siempre las mismas,,,, no coincidan muchas veces entre sí.<br />En un día,, donde la niebla trata de ocultar los rayos del sol que se empeñan en iluminar la vida, donde - la niebla y la luz - se alternan hegemonías, donde se libran batalla , confundiéndose en un gris panorama , donde la mezcla de ambos resulta ser dañina para la salud,,, en este día, el pensamiento no logra encontrar las palabras para hacerse comprensible,, más aún el pensamiento no consigue tomar forma para hacerse entender a la inteligencia que trata de concebirlo.<br />En esta situación del día la conciencia acierta ver en estas condiones del tiempo las propias condiciones de su interior, tan oscilante como dividida, tan confusa como negativa para los testigos cercanos de aquella incoherencia.<br />Al final lo único que logra articular el pensamiento después de toda esta confusión es la verdad de la propia contradicción que habita en él.itinerantehttp://www.blogger.com/profile/04875488509033901497noreply@blogger.com0