jueves, 6 de noviembre de 2008

La crisis financiera y el drama humano en EEUU

En Visalia, California, un agente del alguacil trató de entregar una notificación de desalojo a Melvin Nicks, de 50 años. Nicks apuñaló al agente y se refugió en la casa durante horas, antes de entregarse.En Michigan, David y Sharron Hetzel, ambos de 56 años, “perdieron su casa por ejecución hipotecaria y suspensión de pagos. Pero no completaron los procedimientos necesarios para declararse en bancarrota”. El 1 de agosto, según los informes policiales, David Hetzel envió una carta de disculpas a los miembros de su familia. Más tarde, mató a su mujer que dormía, golpeándola en la cabeza con un palo de golf y apuñalándola con un cuchillo de cocina. Después prendió fuego en toda la casa y se metió a la cama junto a su esposa donde se suicidó.El 12 de agosto, agentes del alguacil llegaron a la casa en New Jersey, de Beatrice Brennan, de 88 años, que la había refinanciado y se había atrasado en los pagos. Su hijo John, de 60 años, tomó una pistola de calibre para oponerse a los representantes de la ley. Fue arrestado por un equipo del SWAT. Sylvia Sieferman, de Roseville, Minnesota, estaba atormentada por dificultades financieras. Le preocupaban sus dos hijas de 11 años. El 21 de agosto, según informes policiales, Sieferman “acuchilló repetidamente a las niñas y a sí misma”. El 5 de setiembre “fueron arrestados cuatro manifestantes que trataban de impedir el desalojo de una mujer de Roxbury”. El 25 de setiembre, mientras los políticos en Washington discutían un rescate para las instituciones financieras, agentes de policía de Boston enfrentaron a unos 40 activistas de City Life frente a la casa de Ana Esquivel, empleada de una escuela privada, y de su esposo Raúl, obrero de la construcción, ambos de cincuenta y tantos años. El Globe informó que cuatro manifestantes fueron arrestados cuando los policías iban a empellones tratando de pasar para permitir que un cerrajero entrara a la casa a fin de proceder al desalojo. “Hemos sido destruidos por el banco”, dijo Ana. “El banco es demasiado grande para nosotros”. Dos días antes, agentes del alguacil de Los Angeles County llegaron a la casa de Joanne Carter (53) y de su esposo (67), para entregar una notificación de desalojo. Joanne no la aceptó y “dijo a los agentes que tenía armas de fuego en la casa y les mostró una escopeta”. Al día siguiente, la policía apareció en la casa y Carter les dijo que si trataban de entrar, la defendería mediante cualquier medio. Después de un enfrentamiento de horas de duración, los Carter se rindieron y fueron arrestados.Ese mismo día, en California, Cliff Kendall se mató con un rifle. Una semana antes, a Kendall le informaron que sería despedido. “Temía que perdiéramos nuestra casa, y la perderemos, porque no puedo permitirme el lujo de mantenerla”, dijo su mujer Patricia, discapacitada por una lesión en la espalda.Hay mucho más, pero no quiero fatigarlos. Espero que lo relatado en estas tres notas baste para reflexionar sobre los valores del engendro de sociedad creada por el capitalismo salvaje.

lunes, 5 de mayo de 2008

No más "allá", sino en dentro del "acá"

La impresión que tenemos de la vida es que es fugaz y que todo parece ir inexorablemente hacia no se sabe dónde, pero a un ritmo que no deja tregua y que obedece a un dinamismo cósmico que como un mounstruo parece devorar el presente convirtiéndolo en el mismo acto en pasado. Da la sensación que todo fuera como una desesperada carrera en la que los puntos de referencia se evanescen y se corriese sobre un plano discontinuo y sin destino definido. La ausencia de significado se experimenta como desorientación y angustia, sensación de vacio. Pero en medio de estas circunstancias epocales y a través de las situaciones cotidianas se manifiesta el significado como interpelación que precisa realizar su destino. Es en medio y a través de las circunstancias y situaciones concretas que el sentido se descubre como razón de ese dinamismo que ahora encuentra su destino. No se precisa "salir" del curso de la historia para descubrir el significado, en las propias tareas diarias se encuentra la interpelación que llama a realizar el propio destino.

martes, 25 de marzo de 2008

"Pequeños momentos de gran felicidad"

Hoy por la mañana me desplazaba por una de las avenidas principales de la ciudad.... cuando en el trayecto advertí un panel publicitario que contenía la propaganda de una conocida marca de chocolates que tenía como slogan la siguiente frase: "pequeños momentos de gran felicidad"... el mensaje era claro, consumiendo ese producto se conseguía un momento de placer. Iba yo pensando precisamente en el tema de la felicidad, en qué consistía, si corresponde a una necesidad íntima del corazón humano o una ficción nuestra creada para hacer más suave la pesada carga del diario vivir, la fatigosa tarea de seguir viviendo, y me preguntaba después de haber leido esa frase si es que acaso sólo estamos hechos para "pequeños momentos" de felicidad, si es que acaso la felicidad se compra y se la consigue sólo por tajadas. Nuestro derecho a la felicidad se convertiría así en un producto de consumo. En el fondo de esta perspectiva hay una determinada visión antropológica de la felicidad considerada sólo desde el aspecto de los placeres y sensaciones agradables. Una posición asi tan chata hace al ser humano un ser pobre y minúsculo, que no reconoce su deseo de infinito y su apretura a lo absoluto.
Al ser humano la mera inmanencia le resulta estrecha, pues esta hecho de tal forma que su relación con la realidad nunca le resulta suficiente (el mundo nunca le basta, nunca le es suficiente), siempre apira a más, pre-siente más allá de toda experiencia a lo definitivo, lo que pueda dar cumplimiento definitivo a su deseo de felicidad

jueves, 20 de marzo de 2008

La vida de un hostel

La vida del hostel está marcada por el continuo salir y llegar de gente, que se renueva, que sólo está de tránsito en búsqueda de nuevas aprehensiones, de experiencias y realidades que hagan soportable la infatigable tarea de seguir viviendo. En un mundo como éste, el hostel como punto de encuentro de mundos e historias presonales, apenas puede tejer afectos duraderos. En este continuo ir y venir en el que los contactos son apenas posibles y por eso poco sostenibles, en este básico y solitario: "hola cómo estás?... soy tal y tú?..... mucho gusto..... de dónde eres?..", aquí es difícil aunque no imposible establecer afectos, hacer amigos, encontrar el amor. Historias verdaderas que descubren mundos lejanos, soledades y expectativas parecidas y distintas, en el que también puede surgir el amor. Las afinidades acercan personas, las decisiones y las razones del corazón establecen afectos (amistades y enamoramiento). Sí, también en este mundo del hostel, donde el dominio de lo efímero es cotidiano, donde la caducidad y con ello lo finito se hace evidente de manera importante y como algo esencial, en este ámbito puede surgir lo definitivo; lo definitivo que tendrá que renovarse día a día como algo cotidiano: lo definitivo en lo efímero. En este mundo del hostel basta sólo tres o cuatros días para conectar vidas y enredarlas para siempre. Una mirada, una sonrisa llevan al intercambio de básicas palabras, las que después despiertan el interés y surge la afinidad. Esta interacción primaria y original despierta después la sensación y la conciencia entre los recién conocidos de conocerse desde siempre sin antes haberse visto. Se podría decir aquí de una cierta "comunión de almas". Llegando a establecer relaciones más profundas que con aquellas personas con las que se convive o se conoce desde hace muchos años. Si la vida en el hostel es efímera y pasajera no por ello deja de ser verdad que la vida se construye a través de afectos y que éstos, a pesar de su naturaleza que exige perpetuidad, saben surgir también del mundo de lo pasajero, de lo efímero, y trascienden la barrera de la distancia y el tiempo. La vida del hostel por caprichosa e injusta que pueda parecer su atractivo intercambio y su aleatoria convocatoria (despertando el interés por seguir conociéndose las personas que se encuentran), contribuye a su modo al encuentro de mundos distantes y parecidos. Si todos y cada uno después siguen su rumbo propio el camino siguiente ya no se recorrerá del mismo modo, pues se descubrió algo de otro mundo que contribuye a ensanchar el propio horizonte.

viernes, 25 de enero de 2008

Mundos

Por calles transitadas y abarrotadas de gente, en los metros y buses hacinados los unos encima de los otros transcurren presurosos al ritmo vertiginoso que impone el dominio de la supervivencia en un mundo hostil. De cuando en cuando nos engulle el metro, después por su boca estridente nos escupe al barullo de la vida. Por calles intrincadas pobladas de negocios caminamos presurosos, hombres al lado de hombres. Nuestras respiraciones se mezclan entre sí, nuestros pasos se confunden y pierden en el infinito derrotero humano. De los bolsillos se sacan tabacos, al oído se llevan audífonos para adormecer el viaje con canciones de moda, de la cartera o de la mochila se saca algún libro; empujándonos con los codos nos abrimos paso por encmina de los fantasmas apurados. La necesidad de llegar a algún destino exige intercambiar sólo avaras palabras. Y todos juntos en ese mar impersonal, siempre solos, somos aquello que se llama sociedad. Cada uno por su propia cuenta camina siguiendo su propio itinerario, sin conocerse los unos a los otros, caminamos sin advertir que no podríamos hacerlo sin los otros, tan necesarios como desconocidos. Detrás de cada rostro hay un mundo más infinito que el impersonal que formamos al rozarnos el uno al otro. Un mundo que tiene mucho que ver siempre con los otros mundos. Nadie es tan extraño que no se pueda saber nada de él, ni tan común que no guarde una identidad, aún oculta para el mismo individuo. Detrás de esos rostros con gesto adusto, detrás de esa mirada huidiza y apurada, detrás de esas mil formas de eludir y correr deprisa no para llegar sino para salir nuevamente, más allá de todas las imagenes y configuraciones que dibujan las ajetreadas jornadas de hombres y mujeres, allí oculto hay un mundo al que sólo pueden llegar los que descubrieron su propio mundo.

miércoles, 16 de enero de 2008

El mundo no basta

Siempre en camino sin encontrar destino descubro mundos, rostros y lugares ninguno capaz de afincarme para siempre como destino definitivo, siempre el recurrente: más allá, más allá, aquí no hay posada eterna para el itinerante sin lugar. Cada encuentro, cada gesto, cada acto, cada rostro siempre me remitem más allá sin punto final. O es que no encontré aún lo que busco o es que ya encontrado no me basta y busco más. La experiencia de cada cosa, persona y lugar descubren la profundidad de la búsqueda y nada resulta ser suficiente, nada parece serlo todo, no parece existir, en el horizonte, un puerto final. Y es que las buenas experiencias a veces parecen ser las definitivas y en un primer momento establecen moradas fijas al corazón, pero luego, una vez extinguido el brillo fulgurante de esa realidad, queda una vez más sólo el camino abierto para recorrer otros mundos para establecer moradas sólo pasajeras que atenuen la fatiga de esa oculta búsqueda desesperada.

La experiencia de un gran amor

Cuando se experimenta un gran amor todo se vuelve un acontecimiento en su ámbito. Cuando se experimenta un gran amor todo recupera el encanto original y lo que parecia obvio ahora suscita estupor, lo que se creia saber ahora resulta novedoso. Cuando se experimenta un gran amor se goza más de la naturaleza, se goza más del espacio y del tiempo, la realidad se vuelve positiva y punto de encuentro con lo verdadero, con lo bello y lo bueno. Cuando se experimenta un gran amor la vida se vuelve viva, todo se hace con alegria, los obstaculos y difiultades, las pruebas y desencantos se vuelven en ocasion propicia de creciemiento, de madurez. En fin, cuando se experimenta un gran amor la vida encuentra su verdadero sentido y todo encuentra contenido positivo para un bien mayor.

martes, 15 de enero de 2008

Encuentros

Hay encuentros que se dan.... encuentros que dan color al propio itinerario... encuentros que cruzan historias desconocidas y parecidas ... encuentros que dejan el deseo que seguir recorriendo ... encuentros que pasan sin crear lazos a futuro... encuentros que a veces marcan y cambian destinos.... encuentros fugaces.... encuentros duraderos....... encuentros que se dan por necesidad........ encuentros que dispuestos por la casualidad o por algún misterioso destino trocan el camino que se venia sigueindo..... en fin, hay encuentros como formas de ser y sentir la experiencia de la vida. Las intensidades y las individuales formas de expresar y manifestar el sentir y los afectos se pueden agrupar - sin anular las peculariedades de cada universo personal - bajo un denominador común por regiones geográficas y por la conciencia con que se vive cada experiencia. Encuentros de mundos diversos, diferentes y distantes, que se cruzan sin buscarse, que se dan por la necesidad común de llegar y partir continuamente. Puntos de encuentro que juntan y cruzan vidas que cargan consigo su propia historia, su universo personal - que aflora casi siempre cuando el entorno está silcenciado y el anestésico barullo no distrae más y al cerrar los ojos aparece inexorable - y que descubren historias e itinerarios afines, busquedas y huidas comunes de este variopinto mosaico de formas e intensidades que es el mundo humano siempre informe y en continuo camino sin saber adonde ni porqué.

Paradojas

Me sucede siempre que cuando deseo, espero, preparo o quiero conseguir "algo", una vez conseguido o disfrutado o logrado ese mismo "algo" y pasada la euforia de aquel momento,, la mirada ya distante, se vuelve atras y ve que había más intensidad en el momento previo a lo que se esperaba,,, resulta que la espera es más intensa que lo esperado,, como que aquello que se esperaba o buscaba no resulta congruente con la expectativa del corazón,,, : "Será un día que nunca olvidaré,, pero lastima que todo ha sido tan rápido, he disfrutado mucho ,, pero ojalá nunca hubiera acabado,,,fue maravilloso, pero terminó,,," es la sensación que tuve después de conseguir un campeonato de futbol.
La expectativa de ir a ver a mi grupo de música o cantante favorito,, el momento previo de conocer a aquella persona con la que nunca se tuvo contacto directo, sino tan solo por correo,,,la espera de que llegue el fin de semana para salir a tomar unos tragos con los amigos,, la expectativa de ir a ver el partido de futbol del equipo favorito,, el preparativo del viaje soñado,,,la preparación de algún trabajo en el que uno se empeña para verla terminada (como el terminar de pintar un cuadro,escribir un libro, lograr algún proyecto, etc),, todas estas experiencias, como momentos previos de espera y preparación resultan ser mayores en intensidad que lo propiamente esperado y buscado ya que estos llevan en sí el sello de la caducidad que los hacen incongruentes con la espera del corazón.
Caundo he alcanzado lo que espero y busco o preparo , ciertamente disfruto de ese momento,, pero todo queda allí,,, en ese momento,,, calmada las cosas todo vuelve a la normalidad y nuevamente el deseo y las expectativas quedan intactas,,, listas a ser dirigidas ahora hacia otro objeto,,, que al final resultará también con la misma dinámica,,,, cortas para mi deseo,,,,, en esta constante insatisfacción veo una de las causas de tanto consumismo en la sociedad.
He aquí la paradoja: Lo que el corazón espera y desea ,,,,,, muy en lo profundo,,,,, es mucho mayor que lo que logra alcanzar.. ya que estos son momentos efímeros y el deseo es infinito.
Lo que nos mantiene vivos es la espera , es el deseo más que lo alcanzado o lo que logramos.

La tan humana contradicción

No sé cómo ordenar mis ideas, no sé cómo decir mis pensamientos, no sé cómo expresarlas en palabras, no sé cómo ponerlas con sentido - si el desorden viene de adentro lo exterior es confuso -. Suele ser así,, que no hay cohesión en mi interior ,, por ello no encuentro la armonía en mi vida. Acuso de una aguda escisión interior que hace que mis ideas y palabras no sean siempre las mismas,,,, no coincidan muchas veces entre sí.
En un día,, donde la niebla trata de ocultar los rayos del sol que se empeñan en iluminar la vida, donde - la niebla y la luz - se alternan hegemonías, donde se libran batalla , confundiéndose en un gris panorama , donde la mezcla de ambos resulta ser dañina para la salud,,, en este día, el pensamiento no logra encontrar las palabras para hacerse comprensible,, más aún el pensamiento no consigue tomar forma para hacerse entender a la inteligencia que trata de concebirlo.
En esta situación del día la conciencia acierta ver en estas condiones del tiempo las propias condiciones de su interior, tan oscilante como dividida, tan confusa como negativa para los testigos cercanos de aquella incoherencia.
Al final lo único que logra articular el pensamiento después de toda esta confusión es la verdad de la propia contradicción que habita en él.